“Quiero ir al psicólogo pero no sé si quiero en realidad. No sé si estoy dispuesto a contar todas mis cosas, mi vida privada,… aunque quiero solucionar mis problemas. No estoy seguro.”
Es posible que al leer esto te reconozcas, o reconozcas a algún familiar o amigo con el que has mantenido esta conversación. Es natural plantearse dudas a la hora de decidir acudir al psicólogo.
Tras un periodo difícil de manejar, en el que pueden surgir problemas y preocupaciones, relaciones complicadas… nos planteamos que necesitamos ayuda para solucionar los problemas y seguir adelante. Incluso para sentirnos mejor. A menudo esa ayuda nos la da nuestra familia, nuestra pareja o amigos y a veces es justamente la que necesitamos. Sin embargo, no siempre esa ayuda es suficiente o eficaz y, por buen apoyo que sean, al igual que por mucho que nosotros lo intentemos, no siempre sabemos encontrar la salida a nuestros problemas o malestar y es cuando pensamos en recurrir a ayuda profesional.
En muchas ocasiones se trata de algo nuevo y desconocido y que puede generar inseguridad. ¿Me sentiré cómodo en una terapia psicológica?
Es normal hacerse todas estas preguntas y tener sentimientos encontrados a la hora de plantearse tomar esta decisión tan importante. Hay que tener presente que un psicólogo tiene la formación y habilidades adecuadas para comprender y analizar al ser humano y su relación consigo mismo y el mundo; para ayudarle de la mejor manera posible ante los posibles problemas psicológicos que pueda presentar y que surgen de manera natural a lo largo de la vida.
Por un lado, aún no se conoce bien la labor que llevan a cabo los psicólogos y hay mucha diversidad de corrientes psicológicas. Esto hace que muchas veces no manejemos información precisa y única acerca de cómo es una terapia. Por otro lado, aún hay cierto estigma social acerca de lo que representa la ayuda psicológica. El famoso “¿si voy al psicólogo es que estoy loco?” y referencias lejanas como “un amigo de un amigo ha ido y parece que está contento”.
Lo cierto es que acudir al psicólogo nada tiene que ver con estar loco, como estamos viendo. Esta es una idea antigua y fictícia que aún persiste en nuestra cultura. Sin embargo, y como ya anticipamos antes, la mayoría de las personas acuden al psicólogo por problemas cotidianos que se complican más de la cuenta, por facilitar una toma de decisión importante, gestionar mejor emociones y sentimientos, mejorar su manera de relacionarse con los demás y/o su pareja, familia, etc.
Se trata más bien de no resignarse con nuestros problemas y buscar una salida en beneficio de nuestro bienestar. De hecho, la gente que decide ir al psicólogo, es gente que se ha parado a reconocer objetivamente que tiene un problema y necesita más ayuda y recursos para poder solucionarlo, lo que habla positivamente de su capacidad de autoanálisis y madurez psicológica.
En ocasiones, una inquietud muy común a la hora de plantearse ir al psicólogo es “no sé si estoy dispuesto a contar ciertas cosas, seguir unas instrucciones… en definitiva, que el otro marque las pautas siempre”.
Desde luego, la idea de ponerse en manos de un desconocido al que hay que hacer caso nos guste o no, no resulta nada atractiva. De nuevo se trata de otra idea errónea acerca de lo que es ir al psicólogo. Tener un psicólogo de referencia no significa en absoluto perder el control sobre nosotros mismos y nuestros objetivos. No harás nada que no quieras hacer. Al contrario, es de gran valor para el psicólogo no sólo que la persona tome un papel activo en la propia terapia sino que pueda tener el control sobre sí misma, sobre sus conductas, y que éstas estén dirigidas a sus objetivos personales y valiosos. En todo momento la persona tiene información completa acerca del proceso que se está siguiendo y por qué, y es libre de influir en él de muchas maneras. El psicólogo aportará pautas, entre otras cosas, para ayudar a la persona a conseguir avanzar y alcanzar sus propias metas, y establecerá un plan de intervención que se consensuarán de manera conjunta para llevarlo a cabo. Sin embargo, una actitud abierta y colaboradora siempre va a facilitar que la intervención se lleve a cabo con éxito.
¿Y si no me gusta o no me cae bien mi psicólogo?
Esta es otra inquietud muy natural y que, al igual que en el día a día nos llevamos y encajamos mejor con unas personas que con otras, con nuestro psicólogo también establecemos un tipo de relación. Aunque se trata de una relación profesional, es de vital importancia que la valoremos como positiva y de confianza. Si este no fuera el caso, el cliente siempre tiene derecho a cambiar de psicólogo si así lo desea, ya que un factor muy relevante de la propia intervención es la alianza que se establece entre el terapeuta y el paciente. Sin embargo, la mayoría de las veces esto no suele ser un problema y el psicólogo suele empezar a formar parte de la vida de la otra persona, siendo una figura de seguridad y apoyo. Además, es importante recalcar que el psicólogo mantiene confidencialidad con su paciente.
¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Le pasará esto a otras personas? ¿Me entenderá mi psicólogo?
Sentirse extraño e inseguro respecto al problema psicológico también es algo común y muy humano. No queremos ser diferentes de los demás: nos da miedo que nuestros problemas sean poco frecuentes, que nos juzguen o puedan pensar mal de nosotros. Sin embargo, no hay nada de raro ni prejuicioso en los problemas psicológicos. Como decíamos antes, son problemas naturales en el transcurso de la vida y muy característicos de nuestra especie. Te sorprendería saber la cantidad de personas que nos preocupamos por cosas similares, o atravesamos dificultades parecidas,… Para el profesional de la psicología, no tiene sentido ni lugar buscar culpables sino entender a la persona y analizar el problema, sus causas y sus factores mantenedores para tomar responsabilidad y probabilizar el cambio conductual. Que la persona forme parte de su propio avance y bienestar psicológico.
Otra duda que puede asaltarnos a la hora de pedir una cita con el psicólogo puede ser “¿Funciona el psicólogo? No sé si fiarme.”
La salud y el bienestar de las personas son algo muy importante como para dejar en manos de la buena fe de las personas y la buena intención. La psicología es una ciencia y como tal, la psicología conductual y cognitivo conductual, sigue su método científico de trabajo, poniendo en marcha un análisis funcional de la conducta que va a aportar toda la información necesaria a la hora de la intervención y del uso de unas técnicas psicológicas u otras. Por tanto, la confianza en la terapia no solo va a surgir a partir de la relación entre el psicólogo y el paciente. La terapia que cuenta con evidencia científica no espera que el paciente tenga que tener creer en los resultados sino que la consecución de los objetivos de la terapia y la mejora psicológica es palpable y comprobable por parte de la propia persona.
Por último, habrá personas que vayan a necesitar más tiempo que otras a la hora de decidir si acudir o no al psicólogo. No significa necesariamente que entonces ya no vayan a optar por esta opción en el futuro, sino que cada persona tiene un proceso propio y maneja unos tiempos diferentes a la hora de analizar y tomar decisiones. Presionar en este sentido puede no ser la mejor opción ya que puede agobiar y provocar el rechazo automático de esta vía. Lo mejor es que la persona, que la mayoría de las veces ya cuenta con otros apoyos y mucha información acerca de lo que le sucede, decida por sí misma cuándo está dispuesta a recibir esta ayuda.
Es posible que tras esta lectura te encuentres con menos dudas acerca de lo que es la ayuda psicológica y te facilite tomar una decisión. Si es tu caso y aún así no lo tienes claro, no te preocupes. Puede ser que solo necesites tomarte tu tiempo para afianzar tu decisión. Cuando ese día llegue, habrás dado ya uno de los pasos más importantes de todos. La decisión de cambiar para mejorar tu situación.
Sara Villoria García – Psicóloga.
10 Comentarios
Pienso que todos, en algún momento de nuestra vida, necesitamos de ayuda psicológica, pero casi siempre dejamos pasar el tiempo con la premisa de «Ya se me pasará» o «El tiempo todo lo cura».
Decidirse a hacerlo y encontrar un buen especialista puede hacernos cambiar en forma positiva nuestra forma de percibirnos y de percibir a los demás.
Merece la pena. En mi caso, Rosario ha sido y es de gran ayuda. Una persona fantástica.
Tienes mucha razón, Javier. Suele costar mucho dar ese paso y, aunque en ocasiones el paso del tiempo nos permite “enfriarnos emocionalmente” , la mayoría de las veces no es una solución.
Nos alegra mucho de que te haya ayudado tanto. Rosario es estupenda y seguro que tu también has trabajado mucho para sentirte así de bien.
¡Muchas gracias por comentar!
Yo necesito ir al psicólogo (urgentemente) pero lo que me preocupa es si lo que cuente ,mis padres lo tendrán que saber o quedaría entre yo y el psicólogo… tengo 18 años.
Hola Joan, gracias por tu comentario.
Entiendo perfectamente tu inquietud acerca de la privacidad de lo que te gustaría confiar a tu psicólogo. Te quiero transmitir total tranquilidad al respecto. Enseguida te responderemos con un email dándote la información que necesitas. Si tienes cualquier otra duda no dudes en preguntar o informarte. Un saludo!
me gustaria recibir tambien ese correo con ese tipo de informacion si puede ser posible. Garcias
Mi duda es saber si voy al psicólogo y este cree que necesito medicamentos , me puedo negar a ellos ? Es que es mi mayor miedo. Por eso. Postpongo siempre de ir. Pero realmente lo necesito . Gracias.
Hola Carolina,
muchas gracias por tu comentario.
Entiendo tu miedo, y en ese sentido me gustaría transmitirte tranquilidad. Los psicólogos trabajamos con la conducta humana y nuestra intervención se centra en esto.
Sí es cierto que en ocasiones trabajamos en coordinación con otros profesionales si es necesario, o que puntualmente podemos aconsejar a la persona a que acuda a estos si lo consideramos importante (como al médico de cabecera, al psiquiatra, nutricionista, etc). Sin embargo, en ningún momento obligamos a la persona a nada.
Te animo a que venzas ese miedo, cuenta con nosotros para lo que necesites.
¡un saludo!
¡Buenos días! Me ha gustado mucho este artículo, así como leer todos los comentarios que ha generado. La verdad es que es una situación que se da muchísimo; esa inseguridad ante la necesidad de acudir a un psicólogo. Creo que con esta información, podéis ayudar a disipar dudas. ¡Un saludo!
Muchas gracias por tu comentario. Me alegra mucho que te haya gustado el artículo y lo hayas encontrado así de interesante.
Ojalá ayude a resolver muchas cuestiones y miedos previos a la hora de solicitar una primera consulta. A menudo estas inquietudes tienen mucho que ver con que las personas no se den permiso a pedir ayuda cuando realmente lo pueden estar necesitando.
¡Gracias y un saludo!
Desde luego, has dado en el clavo.
La cantidad de dudas y de preguntas que nos surgen antes de ir al psicologo son muchas, pero yo siempre lo he dicho, ir al psicólogo es como ir al médico de cabecera, lo primordial es la salud.